Holidays and their consequences [Lucien Thorn] +18

por **Arya Thorn** Sáb Dic 19, 2015 8:47 pm

Al salir de la fiesta de Navidad en el Ministerio, a pesar de que para los pequeños percances que habían existido allí todo había sido remotamente tranquilo, Lucien y yo nos disponíamos a regresar temprano a casa. Las fiestas de aquel tipo solían ponerse bastante intolerables al finalizar la noche, sobre todo si alguien no contaba con el mínimo de copas ingeridas por el promedio de personas que decidían quedarse un par de horas mas.

El viaje de regreso fue corto, y al llegar a la calle de nuestra casa, eran casi las 2 de la madrugada, la mayoría de las casas en la manzana traían las luces apagadas, y esperaba lo mismo de la nuestra, pero en el piso superior, la ventana que daba a la habitación de Demian y Nymeria estaba encendida, por lo que uno de ellos se había quedado despierto hasta tarde o había decidido realmente no ir a la fiesta del Ministerio por algun otro motivo. Lo más probable era que Nym se hubiera desvelado leyendo algo... o Demian acabara de regresar.
Pero un tercer motivo acudió a mi mente, Demian no encendía las luces cuando llegaba tarde y tampoco dejaba que su hermana tuviera las luces encendidas mientras el dormía... ¿Podía ser posible que Nymeria y su novio estuvieran allí arriba en la habitación? No habría sido un tema a ser considerado hasta hace algunas semanas, pero tanto tiempo había pasado tratando de tranquilizar a Lucien al respecto que un poco de su paranoia y preocupación se me habían contagiado.

Podría llamarlo sexto sentido o intuición de madre, pero en ese momento me desconcentré de absolutamente todo lo que sucedía y había sucedido en aquel baile... Tenía a Lucien muy abrazado a mi cuerpo, y la idea principal era que llegando a la casa pudieramos tener un momento solos en la casa, no era muy relevante el hecho de que nuestros hijos estuvieran aun despiertos pues con un buen hechizo silenciador y el pestillo de la puerta asegurado, era prácticamente como si las habitaciones fueran completamente independientes...
Pasé las manos por el cabello de Lucien, sin poder ocultar mi evidente nerviosismo... Y me acerqué a besarlo antes de que preguntara cualquier otra cosa... No sabía en ese preciso momento qué pasaría por su mente al ver las luces de la casa aun encendidas, esperaba que ni siquiera se hubiera dado cuenta a aquellas alturas. — Mi amor — lo llamé mirandolo a los ojos — Antes de entrar... quería confesarte algo, se que no es muy grave pero es mejor que nos aseguremos... — mordí mi labio inferior tratando de desviar la confusión actual a otro asunto que, aunque era una pequeña mentirita piadosa me daba el tiempo suficiente para comprobar cualquiera de las 3 teorías que tenía acerca de la luz encendida. — Olvidé asegurar el garaje al salir — pronuncie las palabras muy lentamente. El índice de robos en nuestra zona era bastante bajo por lo que un descuido asi la mayoría de las veces no significaba nada... pero si se trataba del Porsche, Lucien no escatimaba en precauciones.

De ese modo nos separaríamos solo un poco, y en cuanto el dio la vuelta para rodear la casa e ir a revisar el garaje, yo me apresuré a subir las escaleras de la entrada y recorrer la casa hacia el segundo piso, improvisando con mi varita lumos que enciendan las luces del pasillo principal y el pasillo del segundo piso. En el intérvalo de las escaleras hacia las habitaciones, la tercera sospecha se hizo un poco más sólida que las anteriores dos... Había procurado quitarme los tacones al entrar a la casa por lo que habia caminado de manera sigilosa por el pasillo alfombrado sin que, quien sea que estuviera alli arriba, pudiera percatarse de que alguien había llegado.

Escuchaba gemidos, no de dolor... no de cualquier otra situación que no fuera una placentera... Eran voces, que distorsionadas por las puertas y las paredes no podian identificarse bien, pero la voz femenina si era bastante distinguible, era Nymeria. ¿Entonces la chiquilla había sacado a su hermano de la casa para poder ella meter aquí a su novio?
Comencé a caminar más decididamente hacia la habitación de donde provenían los sonidos y las voces... Si bien no iba a castigar a Nymeria de inmediato, al menos podía evitar que se cometiera un asesinato allí si es que Lucien llegaba a escuchar o a verlos si quiera.
Tuve la suerte de que la puerta se encontraba entreabierta... ¿Suerte?
Antes de empujar la puerta y descubrir de una vez por todas que sucedía allí, por aquella mínima rendija pude ver que Demian estaba allí adentro, de pie al borde de la cama, totalmente desnudo... Él era la segunda voz.
Pero entonces ella... era...
Tomó menos de 1 segundo darme cuenta de que eran Demian y Nymeria. Podía haberlos detenido, podía haber entrado a la habitación en ese mismo momento y terminar con aquello pero por una extraña razón mis pies parecieron congelarse, al igual que el resto de mi cuerpo.

Y entonces la puerta principal volvio a abrirse... Tuve que actuar rápido. Tomé la perilla de la puerta y la cerré procurando no hacer ningun ruido, y con la adrenalina corriendo por mis venas mientras notaba los pasos de Lucien subir las escaleras, tomé mi varita y antes de que el llegara a escuchar algo, conjuré un encantamiento silenciador sobre la habitación de nuestros hijos, de modo que no entre ni salga ningun sonido al lugar. Justo a tiempo pues, al voltear vi la figura de Lucien acercándose por el pasillo.

— ¿Todo bien con el Porsche? — me apresuré a preguntar, con el corazón en la garganta y la varita aun empuñada...

por **Lucien Thorn** Sáb Dic 19, 2015 9:18 pm

A pesar de que había disfrutado la fiesta, Lucien y Arya habían salido antes. Thorn no deseaba quedarse allí mucho tiempo, en especial si podía estar solo en su casa con su esposa. Sin embargo cuando ya estaban a casi nada de distancia de su casa y Arya le dijo que había dejado el garaje sin seguro, el rubio frunció ligeramente el ceño... ¿Cómo? Pero... ¡El auto! Si.. Si, sabía que Belgravia era uno de los barrios más seguros de Londres y dudaba de la capacidad de algún muggle de superar las defensas mágicas de su casa como para robarles, sin embargo tenía cierta obsesión por el Porsche último modelo que había conseguido hace no demasiado tiempo. Si sus hijos querían conducir el coche tenían que rogárselo casi de rodillas, porque Thorn no dejaba que alguien tocase su precioso vehículo sin su consentimiento y era muy quisquilloso a la hora de cuidarlo y dejarlo impecable. No le dijo nada a Arya pero su expresión de ojos en blanco cuando ella le mencionó lo del garaje probablemente fue suficiente.

Se detuvieron ante la puerta principal de la casa pero él siguió de largo para verificar el garaje y ver que todo estuviera en orden. En efecto la gran puerta no estaba asegurada ni siquiera por un candado y Lucien pudo abrirla sin problemas apenas empujándola hacia un costado... ¡Que falta de criterio para la seguridad! Gruñó de manera leve y conjuró un Lumos para iluminar el interior oscuro del lugar... Suspiró aliviado cuando vio que su auto, su precioso Porsche negro se encontraba en perfectas condiciones, sin ninguna clase de mácula o golpe o nada parecido... Todo el resto de las cosas de aquel sitio estaban en orden, desde los repuestos para el vehículo, hasta otras herramientas y cosas por el estilo. Acarició apenas con una mano el capó del coche y volvió a salir, cerrando la puerta tras él, ésta vez si la aseguró mediante un candado y un hechizo de seguridad que repelería a cualquiera que quisiese entrar a asaltar.
Comenzó a caminar de nuevo hacia la casa y cuando vio hacia arriba se dio cuenta que salía una luz de la habitación de Demian y Nymeria... ¿A ésta hora? Que extraño. Conocía los hábitos de sus hijos y sabía que no era usual algo así. Sus alarmas se encendieron y empuñó con fuerza la varita, esperaba que no hubiera de verdad un intruso en el lugar.

Entró a la casa. Todo en orden. Nada fuera de lugar ni nada que indicase una invasión a la propiedad. Empezó a subir las escaleras y terminó llegando al corredor donde estaban las puertas de las habitaciones, miró a Arya que se acercaba por el lado opuesto y le preguntó por el Porsche. Lucien bajó la varita, si su esposa venía de allí y no le había sucedido nada, eso significaba que no había nada malo en la casa.
- El coche está bien... Por favor, amor, la próxima recuerda asegurar bien el garaje, ¿sí? Me preocupaste bastante. - dicho eso, agregó: - Por cierto... ¿Te diste cuenta que la luz del cuarto de Dem y Nym estaba encendida? Lo vi desde fuera ¿te parece que estén despiertos aún a ésta hora? - suspiró y negó con la cabeza, moviéndola de lado a lado. - Estos muchachos... - negó mientras se acercaba a su mujer y le rodeaba suavemente el cuello con los brazos mientras la besaba cariñosamente en la boca y apoyaba su frente en la ajena. Notaba algo raro en el semblante de su esposa... Parecía ¿preocupación? ¿Qué pasaba? La miró de manera inquisitiva y preguntó:
- ¿Te pasa algo, Ary? Parece que hubieras visto un fantasma o algo así...

por **Arya Thorn** Sáb Dic 19, 2015 10:18 pm

— Ajá — contesté de manera distraída a la recomendación que Lucien acababa de darme respecto al coche. También suspiré de alivio, pero por que el no hubiera escuchado nada aún. Lo bueno es que aquel alivio también podía interpretarse como inspirado por que el auto estuviera en perfectas condiciones... Un momento ¿En verdad no había asegurado el garaje?
Entrecerré los ojos tratando de recordar si aquello había sido una mentira o una verdad conveniente, pero en cuanto él me tomó en sus brazos, sentí que volvía a derretirme y los intentos de tratar de parecer tranquila y fingir que todo estaba bien se desvanecían... Después de lo que sabía, cómo podía volver a abrazarlo, a besarlo, a llevarlo a nuestra cama... ¿cómo?.

Podía fingir que no había visto nada, pero estaba demasiado sobria para creérmelo, y aunque hasta hace unos momentos me hubiera sentido animada por el par de copas que habíamos bebido Lucien y yo en la fiesta, en ese momento estaba más consciente y alerta que nunca. Y no podía ocultarselo, no podía seguir con aquello si no le decía lo que sucedía... Porque si me lo guardaba, esa mirada con la que me preguntaba que había pasado, me perseguiría por siempre. — No pasa nada grave... es solo... — corté la frase. Mis manos frenaron las caricias que daba en su nuca de golpe, y solo las dejé reposando en sus ojos mientras lo miraba a los ojos... ¿No era grave? ¡Era gravísimo!. — Bueno si, si pasa algo — resoplé abatida, girando la mirada nuevamente hacia la habitación de los chicos. — Nymeria y Demian siguen despiertos — murmuré y aproveché para abrazarlo un poco más y pegar mejor mi cuerpo al suyo. Debía admitir que aunque a mi me estaba costando digerir algo asi, sería mucho más difícil para él asi que tendría que ser yo la fuerte...

— ¿Nos vamos a la cama? — pedí en un tono, no tan sensual como de costumbre, era más el tono que utilizaría al decirle otra frase seria como "Tenemos que hablar" Tanto me estaba costando en ese momento estar serena, no sería capaz de guardar un secreto así por mucho tiempo, y menos aún si fuera yo sola quien tuviera que enfrentar a mis hijos con este tema.
A base de besos y caricias, empecé a conducir a Lucien hasta nuestra habitación, cerrando la puerta a mis espaldas... Debía pensar en los 4 en ese momento, y debía pensar ahora. — ¿Por qué no te relajas un poco? — le pregunté mirandolo a los ojos mientras mis manos recorrian su pecho por encima de la camisa hasta llevarlo contra la cama y obligarlo a sentarse al borde de ella.
¿Que se relajara? Él no era el tenso.

Me mostré frente a el con el vestido ajustado que llevaba y empecé a arrodillarme frente a el de manera sugestiva mientras apoyaba mis brazos sobre sus muslos, y deslizaba mis manos con caricias por todo el largo de sus piernas hasta llegar a sus zapatos, desatándolos poco a poco y luego quitandoselos y arrojándolos lo más lejos que podía de la habitación. Sí, sí, desnudo no podría regañar a nadie...
No volví a decirle nada, y solo continue subiendo mis manos por sus piernas para tomar su cinturon entre mis dedos y aflojarlo, al igual que los botones de su pantalon... y mientras me levantaba del suelo procuraba acudir a sus labios y besarlo de manera lenta y tranquila, haciendo que se recostara parcialmente sobre la cama para que mis manos pudieran tironear y quitar más facilmente sus pantalones y arrojarlos, al igual que sus zapatos, lo más lejos posible. — Lucien, vi algo — le dije en un ronroneo suave, mordiendome el labio inferior como si la de la "travesura" hubiera sido yo. Pero no agregué nada más y me dedique a delinear el borde de la tunica de gala que llevaba hasta quitársela, haciendo que la prenda se deslizara por encima de su camisa, que lucía tan marcada a su cuerpo que por unos segundos me distrajo de todo lo que estaba haciendo hasta ese momento.

Una vez más, mis manos actuaron veloces y terminé por desabrochar cada botón de su camisa, volviendo a tironear de la tela se la arranqué de los brazos y la arrojé hacia el lado contrario de la habitación, y cuando él estuvo vestido sólo con su ropa interior, me senté en su regazo, abrazando su cuello y acercando mis labios a su oído.
— Nymeria esta cogiendo en su cuarto... — incompleto, frío... algo cruel. — ...con Demian — matador.

por **Lucien Thorn** Sáb Dic 19, 2015 11:05 pm

Durante todo el trayecto que hicieron desde el corredor hasta la habitación, Lucien estuvo preocupado por el tono que su esposa había utilizado... ¿Vio algo? ¿Qué era tan grave que había visto? Demian y Nymeria estaban despiertos, según sus palabras, así que indudablemente tenía que ver con ellos... Pero ¿qué sería?
Se encontraron pronto en el cuarto, él sentado sobre la cama y dejándose desnudar por ella... En ese mismo instante ella empezó a atenderlo, a masajearlo y toquetearlo todo y, más que eso, empezó a desnudarlo metódicamente. Y todo lo malo que ella pudiese haberle dicho antes, o todo lo preocupante quedó olvidado ante sus caricias y manoseos, tan hipnóticos y atractivos. Se mantuvo en silencio y dejó que ella le quitase todo, o casi todo hasta que, antes de que se diese cuenta terminó con la ropa interior tan solo: unos ajustados slips azul oscuro que terminaban haciendo que su bulto quedase sumamente en evidencia y provocaban que su redondo y fibrado culo estuviese marcado y se mostrase mejor. Besó un poco a Arya en la boca y disfrutó de la cercanía y el calor que despedía el cuerpo ajeno. Lo calentaba y lo excitaba... Era increíble lo que provocaba su mujer en él, aún después de tantos años juntos.

Pero las palabras de ella, las primeras, le helaron la sangre... ¿Nymeria cogiendo en su cuatro? Y la última lo hizo tensarse al máximo... ¿Con Demian? ¡Con Demian! Nada más y nada menos que con su propio hermano... Sus manos se posaron en la cintura de su esposa y la aferraron fuerte para detener sus movimientos, la miró con el ceño fruncido:
- ¿Qué? - preguntó, totalmente incrédulo. Aún era algo que no procesaba. Nymeria y Demian, juntos en la cama... Miró su estado. A pesar de lo dicho por su mujer, en sus slips se veía una notoria e increíble erección que no había remitido de la excitación inicial por todo lo que había hecho Arya. No podía ir a poner orden en el cuarto de los chicos en ese estado, sería un ejemplo terrible. Y Arya parecía tan fuertemente aferrada a su regazo que prácticamente no podía moverla de encima, así que sencillamente intentó calmarse. Trató de que la furia fría y ciega que había nacido de las palabras de su esposa se convirtiese en un pensamiento medianamente racional.
Lo que hacían sus hijos, si Arya estaba en lo cierto (confiaba en la palabra de su esposa y por ende sabía que lo estaba) era algo terrible, algo que no entraba en sus acotados márgenes de tolerancia...

Pero había que verlo por otro lado. Demian. Demian no era un cualquiera. Lucien se resistía a considerar a su hija una mujer hecha y derecha (aunque lo fuese) y se resistía al pensamiento de que, tarde o temprano, ella tendría que conocer el "mundo adulto", entre esas cosas el sexo, el amor, todo lo que a los niños les estaba vedado. Y si había decidido dar sus primeros pasos en ese mundo con su hermano... ¿No era eso mejor que el hecho que los diese con un perfecto desconocido que podía herirla con toda seguridad?
Y, aunque ese pensamiento era, en cierta manera reconfortante, sabía que no podía quedarse con eso.
- Tengo que ir con ellos...- mencionó luego de besar profundamente a su esposa - Tengo que ir a poner algo de orden en ese cuarto... Ellos... ellos simplemente no pueden hacer eso Arya... ¡Mi Nym! ¡Mi preciosa Nym, está cogiendo con su hermano! - estaba algo alterado... tenso. La tensión ponía su cuerpo completamente duro, todo en estado de alerta, si Arya lo tocaba en el pecho o el abdomen o los brazos sería lo mismo que tocar en una roca - Debemos ir a ponerles límites...

por **Arya Thorn** Lun Dic 21, 2015 10:57 pm

No podía esperar otro tipo de reacción de su parte, sus manos me detuvieron y por ese breve lapso de tiempo ni siquiera hice el esfuerzo de volver a moverme contra su cuerpo hasta que al menos su respiración se calmara, incluso podía sentir bajo las palmas de mis manos su temperatura aumentar y su piel tensarse cada vez más... Por un par de fantasiosos segundos pensé que se levantaría hecho un ogro y todos mis intentos de haberlo mantenido relajado, distraído e indefenso se hubieran visto anulados...

Pero solo me frenó, y escuché sus palabras... su preocupación... ¿Cómo no entenderlo? Pero sólo podía escucharlo sin llegar a articular ni una sola palabra... Yo había pensado exactamente lo mismo, y entre Lucien y yo, siempre había sido yo la que era más impulsiva y testaruda en cuanto se refería a actuar antes de pensar... Negué con la cabeza y presioné un poco mejor mis manos contra su pecho, como si de esa manera pudiera controlarlo, pero era inutil, de hecho, incluso sentia que el contacto de mis manos contra su piel no surtían efecto alguno. — Necesitan límites, sí... No puedo estar más de acuerdo contigo — mordí mi labio inferior, volviendo a acomodarme sobre su cuerpo, y a pesar de la dureza de los musculos, logré subir mis manos hasta sus hombros para comenzar a masajearlo muy despacio, procurando que mis pulgares ejercieran toda la fuerza tratando de destensar sus musculos. — Pero si ahora vas a hablarles, así como estás... Sólo los avergonzarás y no querrán hablar del tema nunca más... — mis manos empezaron a deslizarse más y más por encima de su piel, hasta recorrer a palma abierta sus pectorales y tambien masajearlos buscando relajarlo... Al menos su elevada temperatura en ese momento provocaba que mis dedos se deslizaran con mayor facilidad contra las líneas que él aun conservaba tan bien marcadas en su torso. — ¿No crees que sería mejor tomar el asunto por otro lado? — susurré acercando mis labios a su cuello y soplando sobre su piel, haciendo que se estremeciera por el contraste de su calidad con mi aliento frío en ese momento. — Seamos más astutos que ellos... —

La imagen con la que me había encontrado aún estaba rondando mi cabeza, y debía utilizar el mismo razonamiento que me había llevado en ese momento a cerrar la puerta y dejar que las cosas siguieran su curso... Por unos breves instantes mi subconsciente alteraba las imagenes, haciéndome creer que no era Demian el muchacho al que había visto en esa habitación... Pero luego recordaba su rostro, el tono de su voz y sobre todo la manera tan sensual que tenía de moverse, que seguramente había heredado de su padre... Las imagenes volvían a cambiar, e imaginaba que la chica allí no era Nymeria... pero eso era imposible, pues también mi hija era inconfundible...
Y entonces recordaba la última conversación familiar que habíamos tenido en aquella cena, ver follar a los padres era traumante para los hijos... Pues, ver follar a los hijos era quizá 5 veces o más traumante...
No podía ni siquiera evitar pensar en lo que Lucien estaría imaginándose.

— Va a ser divertido ver como lo niegan... — añadí con un poco más de humor, respecto a la situacion, mientras lograba quebrar un poco sus barreras y volvía a recostarlo de espaldas sobre la cama... y entonces me acomodé mucho mejor sobre su regazo, de modo que no pudiera volver a erguirse a menos que yo me levantara de allí. — Y el que los interrumpamos ahora no quitará el hecho de que YA lo hicieron... — ladeé la cabeza, quizá no estaba actuando de la manera más ética... pero en ese momento ¿Acaso había alguna reacción acertada? Era como pensar que si el problema tiene solución; para qué preocuparse... Y si no la tiene; ¿Para qué preocuparse?

— ¿Dónde estábamos cuando llegamos? — ronroneé inclinandome sobre su cuerpo, conociendo la mezcla de adrenalina entre la impotencia y la excitación que el pudiera estar sintiendo, tomé ventaja de la situación y empecé a meter las manos por debajo de sus ajustados slips hasta que las yemas de mis dedos alcanzaron algo más que su bajo vientre.

por **Lucien Thorn** Mar Dic 29, 2015 1:25 pm

El razonamiento de Arya estaba algo lejos de tranquilizar precisamente a Lucien, pero el hombre no podía no admitir que tenía cierto sentido pensar como su esposa lo hacía. Si lo habían hecho, lo habían hecho y eso explicaría las reacciones tan peculiares que tuvieron durante la cena cuando llegaron a la casa hace unos días. Eso permitía deducir que lo que estaban haciendo ahora mismo en el cuarto lo habían repetido en previas oportunidades. Thorn gruñó ligeramente ante esta perspectiva... No era que le agradase demasiado pensar en ello, pero las caricias, besos y manoseos de Arya hicieron que su furia disminuyese un poco y que no quisiese salir como loco a matar a su hijo así como así.

Y por otro lado, la cabeza de Thorn funcionaba también de otra manera. Bueno, era cierto, Demian y Nymeria estaban haciendo algo prohibido entre ellos, algo que cualquier persona con dos dedos de frente se ocuparía de condenar, no creía que siquiera los más recalcitrantes defensores de la pureza de sangre viesen con buenos ojos relaciones de ese tipo entre hermanos, antes favorecían las uniones entre primos o entre distintas ramas de una misma familia. Esto era, en cierta manera, un poco insólito. Pero... ¿Quién mejor que Demian para enseñarle las cosas que tuvieran que ver con el placer y el deseo a su hermana? De algún modo era preferible que fuera él, alguien que la quería y la conocía (porque a pesar de todas sus discusiones y demás, Lucien no tenía duda de que Demian amaba en verdad a su hermana y que por mucho que muchas veces pareciesen no soportarse, jamás buscaría herirla o dañarla de verdad. En eso podía quedarse tranquilo.
- Si... Supongo que tienes razón, sería inútil ir a interrumpirlos. Lo hecho, hecho está... Y, por otra parte, supongo que Nymeria tenía que hacerse mujer en algún momento ¿Quién mejor para eso que Demian? Al menos no la herirá. - "si la hiere, lo mato" pensó Lucien, aún un poco furioso por todo el asunto.

por **Arya Thorn** Dom Ene 10, 2016 10:39 pm

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