John H. Watson

• Nombre: John Hamish
• Apodo: Jawn (?)
• Apellidos: Watson Makenzie
• Fecha de nacimiento (sin año): 7 de agosto
• Edad: 14 años
• Estatus de sangre: Sangre Mestiza
• Raza o Trastorno Mágico: Mago
• Preferencia Ideológica: Neutral - Conservador.

• País: Inglaterra
• Provincia: Hampshire
• Ciudad: Winchester

Pasa desapercibido. Siempre: es su máxima ambición, quedarse en un segundo plano. Serio, prácticamente siempre va con el ceño fruncido. No le gusta admitir que tiene problemas, prefiere lidiar él solo con ellos porque le resulta mucho más sencillo que abrirse a los demás. Desde el incidente provocado por los mortífagos en el EuroQuidditch, se ha retraído todavía más en sí mismo, si eso es posible, hasta el punto de pedir que le cambiaran de colegio, para no tener que soportar las miradas de sus antiguos compañeros.

No es muy alto. De cuerpo delgado, con el pelo negro oscuro muy rizado y corto. Sus ojos son castaños, y tiene cejas gruesas y negras. A veces una suave barba de dos o tres días recorre su cara. Es musculoso, aunque no demasiado, y no le gusta exhibirse. Tiene rostro con facciones harmoniosas, y una sonrisa bonita, cuando tiene motivos para mostrarla. No está gordo: al contrario, tira para delgado, y tiene complexión fuerte. Que se marca sobretodo en sus brazos, producto de tener que sujetar el peso de su cuerpo sobre el bastón. En su pierna, la que resultó herida, se aprecian fácilmente las cicatrices del accidente, de modo que siempre lleva pantalones largos.

La velocidad no, desde luego. Sus habilidades físicas residen en su mente, fría y analítica cuando se trata de pelea.

Del mismo modo, su capacidad de mantener la calma le permite tener una gran precisión con la varita, envidiable para muchas personas. Puede que no elija bien el hechizo que quiera usar, pero es más que obvio que va a acertar.

• Casa:
• Opinión sobre Hogwarts: Un lugar en el que pasar desapercibido.
• Opinión sobre la Academia:  -
• ¿Qué quieres ser de mayor?: Sanador.

¿Eres Progresista?
• Facultad en la Academia:
• Habilidad Especial:
• Especialidad Mágica:

• Varita: Madera de cerezo, 17 centímetros y medio, núcleo de pelo de unicornio.
• Patronus: -
• Boggart: Otro derrumbamiento.

• Gustos: Poder sentirse útil de alguna forma.
• Disgustos: Que le recuerden que es cojo.
• Manías: Juguetear con el bastón si está sentado.
• Aficiones Ver partidos de Quidditch, cuidar al gato de Sherlock.
• Alergias y enfermedades crónicas de índole no mágica: Cojera psicosomática en la pierna derecha.

Padre
• Nombre: Henry
• Apellido: Watson
• Profesión: Sanador
• Estatus de sangre: Mestizo

Madre (fallecida)
• Nombre: Ella
• Apellido: Mackenzie
• Profesión: Herbóloga
• Estatus de sangre: Mestiza

Hermanos:
• Nombre: Harriet (Harry)
• Apellido: Watson
• Profesión: Trabajadora del ministerio.
• Estatus de sangre: Mestiza.

• Observaciones: -

Historia:
John nació en Winchester, cuatro años después que su hermana mayor, una tarde de agosto. Cuando él era apenas un niño, su madre murió, y su padre se mudó a Australia con los dos niños. Tuvo una infancia más o menos normal, con las peleas normales entre hermanos, y con algún que otro amigo a pesar de su carácter tímido. Fanático del quidditch, cuando se enteró de que los europeos iban a jugarse en Inglaterra no dudó en pedirle a su padre que le dejara asistir. Insistió, e insistió, hasta que consiguió que él le comprara una entrada para ir solo a la gran final. Después de haber llegado mediante traslador, y estando en las gradas durante el partido, la explosión provocada por los mortífagos provocó que una viga del estadio se le cayera encima de la pierna derecha, en la zona de la rodilla. Perdió inmediatamente la consciencia, y se despertó en una cama del hospital de Australia, traumatizado. Estuvo sin ir a la escuela durante dos meses, y durante ese tiempo tuvo que asistir varias veces a la consulta de una psiquiatra. La herida de su pierna curó, pero desde entonces cojea de manera fácilmente detectable, y tiene que ayudarse de un bastón-muleta. Tras asumir que no podría volver a caminar tranquilamente durante mucho tiempo, al no querer ser el blanco de la compasión de sus compañeros, insistió a su padre para que le cambiara de escuela quien, movido por la culpabilidad de no haberle acompañado al partido, aceptó. Por las noches, tiene pesadillas sobre lo ocurrido en el estadio.