Borgin y Burkes

por **Deathly Whims** Dom Ago 17, 2014 5:14 am

El establecimiento más grande del Callejón Knockturn es la tienda Borgin y Burkes. Esta vende objetos de las artes oscuras, y algunos de ellos son muy peligrosos. Compra también -para venderlos mas tarde- objetos extraños y siniestros. La tienda se encuentra en el 13B del Callejón Knockturn, fue fundada en 1863 y según la publicidad, "Ofrecemos un servicio confidencial de valoración de artefactos antiguos y poco comunes provenientes de las mejores familias de magos. Aceptamos objetos malditos y con conjuros. Discreción garantizada".

por **Admin** Dom Ago 31, 2014 10:53 am

Continuación...

La puerta se abrió violentamente justo antes de que el alto vendedor traspasara su umbral, desde luego, las puertas de la Academia eran mucho más desobedientes, de modo que se tomo un momento para dedicarle una inclinación de cabeza a su vieja amiga, y dio dos pasos adentro de Despacho, el cual ostentaba un inmaculado orden que solo Greengrass podía observar, puesto que cada frasco, cabeza disecada y documento parecía estar en un lugar completamente al azar, al igual las sonrisas del vendedor, pues ahora mismo, lucía una que ni el mas diestro Psicoquinético podría descifrar, tal vez porque aquel orden era lo primero que una asistente debía aprender a descifrar, o quizá, todavía seguía riéndose de como a las señoritas de hoy en día les gustaba tanto ostentar que no eran señoritas, ¿que había pasado con los encantos de la hipocresía, por Godelot?.

Cuan alto era, y su capa todavía ondulando a su espalda, Jekyll, se detuvo en la puerta, luciendo aquella sonrisa, y dispuso las manos en un gesto naturalmente caballeroso, aquellos que tan debió haber manejado el Conde Vlad Drácula, para hacer pasar a las señorita a su Castillo.

- Señorita, Roth, si es usted tan amable y me permite hacerle creer que es una señorita, podemos empezar

por Invitado Dom Ago 31, 2014 3:12 pm

Alcé una ceja ante lo que me dijo el señor Greengrass. Así que opinaba que no era una señorita... Bien sabía yo que no lo era, pero obviamente no era plato de buen gusto de nadie que se lo dijeran, ni siquiera mio. Fruncí mi boca en una especie de gesto, una mueca a medio camino entre una sonrisa y la más absoluta neutralidad:

-Por supuesto que se lo permito, se trata de un gesto muy loable por su parte. Yo, por la mía, no me consideraré una señorita hasta que algún pobre idiota venga hasta casa a pedir mi mano en matrimonio. Supongo que ya sabe que estoy aquí más por imposición que por gusto propio, al menos en un principio. Luego, recapacitando, me di cuenta de que lo mejor era acceder de buen grado a ello, puesto que podríamos sacar partido de esta relación comercial-dije de carrerilla.

La verdad era que no tenía claro como hablar con aquel hombre, sabiendo que tenía más poder en la punta de un pelo que el que yo misma tenía en el cuerpo entero, o al menos eso era lo que había escuchado. Miedo me daba el pensar lo que podría ver en mi mente de adentrarse en ella, si es que los rumores eran ciertos. Tragué saliva y me adentré en el Despacho de aquel hombre. Parecía desordenado, sin embargo, era aquella clase de orden que imperaba en mi habitación. Nadie salvo el dueño podría entenderlo.

por **Admin** Lun Sep 08, 2014 10:08 am

La torcida sonrisa que siguio acontinuación reveló que quizá era mejor no hacer reír a aquel hombre, cuya carcajada penetraba en los huesos de cualquier mortal, como la niebla mas espesa, que se vio acompañada por un coro de risas que asemejaban a cristales masticados. La colección de cabezas disecadas que colgaban de la chimenea como encantadores calcetines navideños acababa de despertarse y parecía estar de muy buen humor.

- Perdoneme usted, señorita Roth, pero fue usted misma la que me pidío que no le llamase señorita. Sin embargo, si se ha arrepentido, podemos perfecfamente volver a empezar. - Para Greengrass, los casos de doble personalidad y cambios de humor eran cosa de todos los días, por lo que poco asociaba aquello con alguna conducta particularmente femenina - En estas instalaciones será señorita aún cuando se demuestra lo contrario, si le parece bien. - El hombre asiente juntando las manos justo cuando toma asiento en su peculiar butaca en cuyo respaldo sobresalian dos imponentes colmillos ya amarillentos, de lo que se podía suponer, había sido un magnifico basilisco. Pocos sabían que era adepto a las mascotas peculiares. - Ahora dígame, señorita Roth, que cuales son esos beneficios comerciales que a desea obtener... Puesto que, como ya puede suponer, nadie viene aquí por su propia voluntad, aunque todos los caminos, conducen a Borgin & Burkes - La amarillenta mirada de Jekyll vuelve a pasearse por la mochila de Ollie, intensa se queda despues en sus ojos antes de emitir una particular sonrisa, acompañada por su acostumbrado tic: pasear su lengua por la comisura de sus labios. Sus ojos se tornan opacos, como el aura de Ollie, que denota nerviosismo, miedo... Seguidos de destellos claros, por sus oleadas de valentía. Su sinestecia se estaba sirviendo un banquete ante un aura tan poblada de develadores colores, sin embargo, ante todo educado, espero, a que ella misma revelara sus intenciones, además para descubrir que tenía ella esperanzadamente, ganas de ocultar.

De nuevo las simpáticas cabezas rompen el silencio, canturreando una en cada tono: "Desembucha, niña, desembucha, ja, ja, ja. Greengrass alzo una mano y sus amigos callaron.

por Contenido patrocinado

Borgin y Burkes

Borgin y Burkes

Re: Borgin y Burkes

Re: Borgin y Burkes

Re: Borgin y Burkes

Re: Borgin y Burkes