Leyendecker: Maestros chocolateros desde que a Merlín le crecieron los dientes

por **Deathly Whims** Jue Ago 14, 2014 3:29 am

La familia Leyendecker es toda una institución en este pueblo, miembros del local por excelencia en cuanto uso, disfrute, producción y elaboración del chocolate hará las delicias de tu paladar con tan sólo mirar tras el cristal. Todo lo que puedas pensar con chocolate ellos lo pondrán realizar, entra y aventurarte a que tus más golosos deseos se puedan realizar...

por Invitado Lun Sep 01, 2014 7:50 am

Por los calzones de Salazar juraba que como siguiera comiendo tanto chocolate me tendría que llevar a Hogwarts rodando cual quaffle. La verdad es que con tanta mudanza se me abría el apetito más todavía de lo solía estar, aunque los que trabajaran fueran los pobres elfos. No sabía porque a mi madre y a mi tio... Bueno, ahora padre, se les había metido que debíamos mudarnos a la Ciudadela ¿Que tenía de malo Heidelberg? ¡SI TENÍAMOS LA MEJOR MALDITA CHOCOLATERÍA DEL MUNDO!

Tomé un par de churros más mojados en el chocolate mientras canturreaba una antigua canción y pensaba en qué hacer cuanto llegara a la nueva casa.

por Invitado Lun Sep 01, 2014 8:15 am

No se veía tan mal el lugar, quizás mi prima no se había equivocado tanto en mencionar este lugar como uno de los que debía incluir en mi lista de sitios por visitar en las vacaciones. Varios atractivos turísticos y una chocolateria que pintaba de lo más interesante, según los residentes del pueblo el mejor chocolate del mundo se encontraba aquí y pensaba poner a prueba su opinión.

Nada más entrar al local era, en cierto modo darle un gusto al paladar con tantas cosas de chocolate que se veían - Un chocolate caliente, semi amargo por favor..Ah y un poco de ese pastel de aquel aparador- me aleje del mostrador haya sentarme en una mesa donde veía de frente a una chica pensativa, y vaya que parecía tener muchas cosas en la cabeza pues comida churros empapados en chocolate como si no hubiera un mañana. - Ey tu! ¿Algo te preocupa?- más que porque fuera de mi interés le preguntaba porque me preocupaba un poco el hecho de ver a alguien tan perdido en sus pensamientos y además no se daba cuenta que tiraba un poco de chocolate en su regazo...Al momento en que volteo a verme le reconocí y me acerqué a sentarme en su mesa

por Invitado Lun Sep 01, 2014 8:51 am

Había dejado de rumiar hacía rato, aunque seguía comiendo churros. Aquello era un milagro con todas las letras, parecía que nunca se acababan, aunque lo cierto era que el amable chocolatero iba rellenando la bandeja que tenía ante mi, más perdida en mis pensamientos, no me daba cuenta. Absorta en mi mundo, alcé la cabeza para encontrarme, nada más y nada menos con Eiri. Prácticamente salté de la silla, con la efusividad (Tanto en días buenos como en malos) que me caracterizaba:

-¡EIRI! ¡Que los espíritus de la naturaleza me asistan, creí que estarías de vacaciones en un lugar menos pintoresco que este! ¿Qué tal todo?-dije mientras me sentaba, dando unos leves golpecitos en el asiento de mi lado para indicarle que viniera junto a mi y me contara de todo. Mis pensamientos acerca de la mudanza deberían esperar unos instantes.

por Invitado Lun Sep 01, 2014 9:16 am

Y Vaya que era imposible no reconocerla con ese grado de efusividad tan característico de su persona, cuando me saludo me dirigí a su lado no sin antes pedir al camarero quite llevase mi orden a esa mesa y cuando me senté esboce una sonrisa ligeramente forzada, no porque me cayera mal en realidad me agradaba, más bien porque lo que menos quería era destacar en los lugares a los que iba, viajaba con la idea de visitar y pasar desapercibido pero con el saludo tan poco discreto un par de clientes habían volteado a vemos. Como fuese no era su culpa así que trate de comportarme y sonreír- Hola Soph, no pensaba pasar por aquí pero alguien me lo recomendó y decidí probar..digamos que nuestro encuentro lo debemos a la casualidad y a mi curiosidad en este lugar, ¿Pero tu? ¿Qué novedad tienes ?- sabía que no era muy expresivo pero hacía lo que podía por ser amable con ella después de todo no se merecía un mal trato de mi parte, no se lo había ganado hasta el momento.
Pronto llego mi chocolate y al dar un sorbo mis papilas gustativas se deleitaron- Tienen razón cuando dicen que este lugar tiene el mejor chocolate..es riquísimo!

por Invitado Mar Sep 02, 2014 7:41 am

De pronto sentí un auténtico escalofrío en mi cuerpo, algo no andaba bien conmigo... O con Eiri. Observé su tono de voz, sus gestos y todo parecía indicar que estaba algo molesto, aunque no sabía si conmigo o con la propia situación que le estaba haciendo vivir.

-Mi pequeño rayito de sol, lamento haberte molestado con tanta efusividad... Pero lo pasado pasado está, de modo que ahora sentémonos y hablemos con el maravilloso sonido que sale de nuestras gargantas gracias a nuestra querida Madre Naturaleza. La verdad es que yo no he hecho nada productivo este verano, asistí a alguna fiesta y sigo cultivando mis plantas-dije justo antes de que comentara acerca del chocolate. Sonreí con una dulzura casi empalagosa- Claro que si, melocotoncito, estamos cerca de Suiza, y encima son alemanes, que todo, absolutamente todo lo hacemos bien.

por Invitado Mar Sep 02, 2014 9:28 pm

La verdad es que aún no me acostumbraba a que me llamase de esa forma, era algo extraño, no acostumbraba hablar mucho con las personas lo cual contribuía a que me sintiera más extraño escuchandole.
Sonreí sinceramente, ya que a pesar del efusivo saludo me alegraba en algún modo encontrarla, era una buena chica, un poco especial con si onda hippie pero simpática al fin y al cabo.-¿Fiestas? Genial me parece perfecto..yo no tengo gran cosa que contar simplemente que he estado viajando un poco para despejarme de cualquier preocupación, como he dicho nuestro encuentro se debe a la casualidad de desviar mis viajes por este rumbo-tome un trozo del pastel con el tenedor,y luego de jugar unos momentos con el pequeño trozo me decidí por ingerirlo.- Si, lo tengo que admitir que su chocolate es buenísimo, aunque quien sabe no puedo corroborar ni negar que lis alemanes hagan todo bien.

por Invitado Jue Sep 04, 2014 7:58 am

Mi mirada se posó en una mariposa tardía que revoloteaba en el exterior, posándose en cada flor para alimentarse. Aquellas maravillas que la Diosa nos regalaba eran lo que hacían mi vida feliz y completa. El ver como el mundo, a pesar de la destrucción que causaban los asquerosos muggles podía seguir donando cosas tan hermosas como aquella. Suspiré, tranquilizada por aquella visión y respondí:

-Lo cierto, querida serpiente, es que no fueron demasiado entretenidas... Sabes que no soporto tener que hablar con gente a la que lo que más le importa son ellos mismos-dije con una tristeza palpable, incluso con lágrimas en los ojos. Me daban pena que se perdieran todo lo que el mundo les ofrecía simplemente por el hecho de estar tan centrados en sus propias vidas-Es tan triste que quiero llorar-dije realmente apesadumbrada y realmente a punto de ponerme a llorar. No obstante sacudí la cabeza y le respondí, alegre como unas castañuelas de nuevo- Oh, por supuesto que no lo sabes, pero cualquier día te lo muestro-dije sonriente- Es más, incluso si quieres, cuando terminemos el chocolate, puedo mostrarte las maravillas de la preciosa ciudad de Heidelberg.

por Invitado Vie Sep 05, 2014 8:17 am

Algunas veces era curioso, un poco extraño, como de la nada parecía mirar al vacío y se quedaba pensativa, con una sonrisa en la cara pero sin decir ni una palabra, simplemente observando "alguna de las maravillas de nuestra madre naturaleza" . Nunca acabaría de entender ese rollo suyo con ese tema pero ya me había acostumbrado y no era quien para andar juzgando.

Claro, entiendo, yo por eso deje de asistir a cosas así, me aburrí de tratar con gente de ese tipo, preferí optar por viajes tranquilos sin nadie más que me los fastidie por su forma de ser- de verdad se veía que le sentado mal pensar en ese tema y observé sus ojos vidriosos a punto del llanto, estaba por intentar consolarla cuando hice una pausa al recordar que algunas veces de la nada se ponía así y al siguiente minuto ya estaba contenta, y dicho y hecho así pasó, algunas veces me temía que fuese bipolar pero jamás se lo diría, no quería herir sus sentimientos con tonterías mías. Sólo me limite a sonreír y dar otro sorbo a mi bebida antes de contestarle- Me parece perfecto..-de cualquier manera ya estaba allí y no vendría mal conocer un poco más de lugar en un recorrido guiado por una amiga- pero ¿Te parece si vamos un poco más tarde? No exactamente acabando el chocolate pues antes tengo que buscar un lugar donde hospedarme, claro, si puedes, me encantaría conocer Heidelberg de manos de una experta.-volví a sonreírle, esta vez ya sin forzar nada, siendo sincero y me puse a jugar un poco con el tenedor antes de empezar a deborar ese pastel.

por Invitado Dom Sep 07, 2014 7:30 am

Eiri era de vez en cuando un muchacho algo enigmático. Me preguntaba si alguien sería capaz de seducirle, aunque aquello estaba más que demostrado. Siempre se mostraba tan frío... Me caía bien pero por lo general, hacía que mi mente viajara hacia lugares más melancólicos de los que me convenía, razón por la cual en muchas ocasiones me veía llorando. Aunque lo consideraba un buen amigo, esperaba que algún día nuestra gran Madre Naturaleza le dotara con un corazón más cálido y amigable:

- Si mis progenitores me dejaran iría a recorrer mundo... ¿Sabes que hay tribus mágicas en Nueva Guinea que siguen adorando a la Madre Tierra? Es tan perfecto...-dije suspirando soñadora. Siempre había querido viajar a lugares recónditos, algo me llamaba a que saliera de allí y estuviera más en contacto con la naturaleza, pero papá y mamá no me dejaban y ahora que papá había muerto... El tío Henry parecía estar todavía menos dispuesto que él. Aunque lo que dijo me distrajo de mis cavilaciones, abalanzándome sobre él para cubrirle la cara de besos y abrazarle mientras tanto:

-¡CLARO QUE SI! Hay una taberna pequeñita aquí cerca, es cálida, hogareña y acogedora. Iremos allí y luego a dar una vuelta por el pueblo-dije riendo alegremente como si de una niña de cinco años me tratase. Engullí lo que quedaba de mi chocolate con churros y le pregunté- ¿Donde has estado este verano? ¡Cuéntame en todos los lugares donde has estado!

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