selector
Últimos temas
Coctelería Angels' Share
Deathly Hallows :: TV :: Zonas de Rol
Página 1 de 1. • Comparte
Coctelería Angels' Share
Angels' Share se ha convertido en un referente a nivel mundial en el mundo mágico. La música en directo a todas horas, la gran calidad de sus productos y el glamour de los años veinte son los que hacen este local un lugar tan especial. Con objetos mágicos como mejor decoración, esta coctelería se ha hecho famosa por sus imaginativas elaboraciones y por la visita a la bodega, donde se conservan vinos de todas las partes del mundo, un viaje para tus sentidos donde podrás degustarlos sin necesidad de meterlos en la boca. Actualmente se encuentra en pleno centro de la Ciudadela y promete convertirse en tu segunda casa... ¿Te apetece entrar?
Deathly Whims
Mensajes :
1306
Re: Coctelería Angels' Share
De vez en cuando salir de la Academia y del estudio de grabación no estaba mal, en especial después de un largo día recibiendo clases, haciendo ejercicios y preparando los siguientes programas. Con todo aquello había momentos que me superaba el estrés de tener que enviar los borradores de mi nueva novela o un nuevo artículo para mi hermano... ¿O debería decir hermana? Pero los momentos de relax como aquel, sentada en un cómodo sillón de terciopelo verde, un suave blues de fondo y mi copa de whisky de fuego lo compensaban. Hacía mucho que no me dignaba a hablar con ningún hombre por extraño que pareciera, aunque más que no hablar era que no tenía la oportunidad para hacerlo.
No era tímida ni remilgada, pero si había algo que le resultaba extraño era comenzar a hablar con un completo desconocido por el mero hecho de mantener una agradable charla... Para eso se supone que están los amigos, ¿No? Tomé un sorbo mientras recorría con mi mirada el local hasta que mis ojos se pararon en un hombre alto. Inmediatamente me levanté para recoger lo que se le acaba de caer del bolsillo de la gabardina. Un tipo elegante sin duda:
-Disculpe señor, se le ha caído esto-dije tendiéndole la cartera con una sonrisa, antes de que se girara.
No era tímida ni remilgada, pero si había algo que le resultaba extraño era comenzar a hablar con un completo desconocido por el mero hecho de mantener una agradable charla... Para eso se supone que están los amigos, ¿No? Tomé un sorbo mientras recorría con mi mirada el local hasta que mis ojos se pararon en un hombre alto. Inmediatamente me levanté para recoger lo que se le acaba de caer del bolsillo de la gabardina. Un tipo elegante sin duda:
-Disculpe señor, se le ha caído esto-dije tendiéndole la cartera con una sonrisa, antes de que se girara.
Última edición por Kassia Liszt el Mar Mar 31, 2015 9:07 am, editado 1 vez
Invitado
Re: Coctelería Angels' Share
Por fin había comenzado todo. Ya habían pasado un par de semanas desde que habían comenzado las clases y yo todavía acababa de llegar. Me resultó increíble que el puesto no hubiera sido solicitado antes, pero en palabras de la propia dirección "nunca habían encontrado a nadie con la cualificación suficiente". He de admitir que me sentí halagado con tales palabras, pero más que nada me llenó de orgullo el saber que los años de estudio me habían comenzado a dar algo más productivo que el propio saber.
Todavía me encontraba muy verde por la Academia, aunque noté esa sensación en toda persona que me encontraba por el recinto, cosa que no era de extrañar debido a su reciente fundación. Había podido echar un ojo así a la lista de mi posible alumnado y me sorprendió encontrarme con un par de nombres familiares: Gabriel y Sophoria. Bueno, es mentira, en realidad lo que se me hacía familiar eran sus apellidos: Evans, por la parte que me toca; y Van Börhn, sobre el que tenía algo de idea sobre lo que pintaba en el árbol genealógico, pero cualquiera entendía como estaba liado aquello. La cosa es que yo me encontraba ligeramente... Nervioso, aunque no sea la palabra exacta, sobre cómo sería tener a dos Evans (o adyacentes) frente a mi batuta. Respecto al profesorado, me paré a conocerlo más bien poco: un par de miradas, unos estrechones de manos con los más relevantes y ya está. Pero tampoco había ido a la Academia a hacer amigos, para aquello ya tenía sitios como este: El Angels's Share.
Muchos años con muchas noches había pasado disfrutando de aquel club, en el cual, a pesar del aspecto refinado que tienen algunos de sus clientes, te veías envuelto en una suave intimidad y comodidad al tocar allí. Había llegado a pensar que esa sensación era por las misteriosas "bebidas relajantes" que ofrecían los camareros a los músicos antes de tocar, especialmente para aquellos a los que les entraban naúseas al ver algunas caras muy relevantes del mundo mágico entre el público, pero tras la primera vez que toque allí no volví a tomarlas, y no conozco pócima tan duradera. Eso sí, a menudo frecuentaba como cliente, sobretodo en noches que terminaban cerrando con improvisaciones de todo aquel que se quisiera animar. Era un entorno perfecto, sin duda, al que también le había encontrado sus peros, pero no podía pedir más.
Pues bien, aquella noche tocaba una sesión de la banda "Muddy & Blues" y estaba impaciente por verlo. No todos los días encuentras gente en el mundo mágico que componga Blues de los años 40, cosa que pareció pensar más gente que yo al encontrarme con un local abarrotado hasta los topes. En este ambiente, y aunque pretendía ser cuidadoso con mis cosas no era difícil que se me cayera la cartera cosa de la que me di cuenta, pero una muchacha se me adelantó para alcanzarla. Tenía algo que me resultaba familiar, pero no era completamente capaz de decir el qué, ¿quizá el pelo, la vestimenta? No pude evitar fruncir ligeramente el ceño ante esa sensación, hasta que recordé que lo propio sería agradecerle el detalle:
-Vaya, uno no sabe donde meter las cosas para no perderlas, pero un día más he llegado tarde para dejar todo en el ropero.-Le contesté mientras cogía la billetera-Muchas gracias, señorita, ¿pídase algo de mi parte, quiere? Dígale al camarero que se lo ponga a nombre de Ullrich.-Le ofrecí, tras disponerme a buscar un sitio libre donde sentarse, o al menos donde estar cómodo de pie.
Todavía me encontraba muy verde por la Academia, aunque noté esa sensación en toda persona que me encontraba por el recinto, cosa que no era de extrañar debido a su reciente fundación. Había podido echar un ojo así a la lista de mi posible alumnado y me sorprendió encontrarme con un par de nombres familiares: Gabriel y Sophoria. Bueno, es mentira, en realidad lo que se me hacía familiar eran sus apellidos: Evans, por la parte que me toca; y Van Börhn, sobre el que tenía algo de idea sobre lo que pintaba en el árbol genealógico, pero cualquiera entendía como estaba liado aquello. La cosa es que yo me encontraba ligeramente... Nervioso, aunque no sea la palabra exacta, sobre cómo sería tener a dos Evans (o adyacentes) frente a mi batuta. Respecto al profesorado, me paré a conocerlo más bien poco: un par de miradas, unos estrechones de manos con los más relevantes y ya está. Pero tampoco había ido a la Academia a hacer amigos, para aquello ya tenía sitios como este: El Angels's Share.
Muchos años con muchas noches había pasado disfrutando de aquel club, en el cual, a pesar del aspecto refinado que tienen algunos de sus clientes, te veías envuelto en una suave intimidad y comodidad al tocar allí. Había llegado a pensar que esa sensación era por las misteriosas "bebidas relajantes" que ofrecían los camareros a los músicos antes de tocar, especialmente para aquellos a los que les entraban naúseas al ver algunas caras muy relevantes del mundo mágico entre el público, pero tras la primera vez que toque allí no volví a tomarlas, y no conozco pócima tan duradera. Eso sí, a menudo frecuentaba como cliente, sobretodo en noches que terminaban cerrando con improvisaciones de todo aquel que se quisiera animar. Era un entorno perfecto, sin duda, al que también le había encontrado sus peros, pero no podía pedir más.
Pues bien, aquella noche tocaba una sesión de la banda "Muddy & Blues" y estaba impaciente por verlo. No todos los días encuentras gente en el mundo mágico que componga Blues de los años 40, cosa que pareció pensar más gente que yo al encontrarme con un local abarrotado hasta los topes. En este ambiente, y aunque pretendía ser cuidadoso con mis cosas no era difícil que se me cayera la cartera cosa de la que me di cuenta, pero una muchacha se me adelantó para alcanzarla. Tenía algo que me resultaba familiar, pero no era completamente capaz de decir el qué, ¿quizá el pelo, la vestimenta? No pude evitar fruncir ligeramente el ceño ante esa sensación, hasta que recordé que lo propio sería agradecerle el detalle:
-Vaya, uno no sabe donde meter las cosas para no perderlas, pero un día más he llegado tarde para dejar todo en el ropero.-Le contesté mientras cogía la billetera-Muchas gracias, señorita, ¿pídase algo de mi parte, quiere? Dígale al camarero que se lo ponga a nombre de Ullrich.-Le ofrecí, tras disponerme a buscar un sitio libre donde sentarse, o al menos donde estar cómodo de pie.
Invitado
Miér Oct 09, 2019 2:58 am por Némesis Rowle
» I hate you with all my soul with The Prime Minister
Vie Feb 05, 2016 2:53 am por Invitado
» Medias verdades o completas mentiras del de arriba
Jue Feb 04, 2016 9:05 pm por Invitado
» Work it hard like it's your profession [Roy Geldof]
Jue Feb 04, 2016 7:10 pm por Invitado
» When concidences happen | Privado; Belladona A.
Jue Feb 04, 2016 4:52 pm por Invitado
» Helios [Evangeline]
Jue Feb 04, 2016 3:22 pm por Invitado
» Wanderlust con Belladona Avery
Jue Feb 04, 2016 2:59 pm por Invitado
» ¿Límites? -Maia S.-
Jue Feb 04, 2016 2:44 pm por Invitado
» Amortentia, Ojitos o Batazo
Jue Feb 04, 2016 10:58 am por Invitado