Alrededores de la Torre

por Invitado Jue Ago 14, 2014 3:55 pm

La Torre se encuentra edificada en una pequeña colina aledaña a los jardines del Castillo. Sobre su césped siempre verde se encuentran distribuidos diferentes árboles frutales que sirven como fuente de alimento para algunas de las criaturas que habitan por el Valle. También, y bajo la sombra de algunos imponentes robles se encuentran varios bancos de piedra en donde la Condesa solía ponerse a leer y disfrutar de las tardes de verano; además desde allí puedes observar la majestuosidad de la torre cubierta de enredaderas y flores que invitan a subir y observar el esplendor de los paisajes.

por Invitado Vie Sep 19, 2014 10:38 pm

Como era costumbre, aquel día Shafiq había pasado toda la mañana en su Despacho, metido en sus pensamientos atendiendo asuntos y papeleos de la Academia; y de cuándo en cuándo, metido también en pensamientos ajenos, de aquellos alumnos que se hallaban demasiado cerca del lugar y que traían un embrollo suficientemente grande en su mente como para que llegase hasta Balthasar. Pasado un buen rato, más o menos cuando las manecillas del reloj que se encontraba en la pared se ubicaban en el número doce, el telépata decidió tomar un descanso de sus actividades y tomar un poco de aire. Bajó la sinuosa escalera de caracol para dar un paseo por los alrededores de la torre y despejarse un poco, aclarar sus ideas propias.

por Invitado Sáb Sep 20, 2014 2:14 pm

Gabriel Roxanne Evans no había tenido demasiado tiempo para investigar aquel lugar pero sólo dos zonas la había hipnotizado, la ciénaga de los muertos y la torre de la enrredadera.

Era por ello que no pudo evitar volver a aquel mágico lugar, amparada por la niebla se encuentra sentada bajo la frialdad de la hiedra dibujando aquel lugar con el halo mágico que sólo un artista podría otorgarle formando parte inconsciente de aquel marco haciendo gala de su naturaleza de ninfa, ¿quién sabe?

Como siempre que se trataba de Evans dibujando la chica parecía estar desconectada de la realidad, con la mente totalmente en blanco dibujando como sí de un trance se tratara todo aquello que captaba inconsciente de que estaba canturreando con su dulce voz alguna clase de canción tan bella como melancólica; canción perteneciente al grimorio de los Yaxley y que por alguna razón no conseguía quitarsela de la cabeza; ajena a dónde se encontraba y de quién era propietario de esos territorios Cool

por Invitado Dom Sep 21, 2014 7:14 pm

Bajó la sinuosa escalera con tranquilidad pero a un paso constante que le permitió encontrarse en la base de la imponente torre en apenas un par de minutos. Abrió la verja de hierro que hizo su usual chirrido, inundando todo el lugar. Usualmente aquella área era poco visitada, por lo que cualquier ruido, hasta el más mínimo, era perceptible si uno prestaba la suficiente atención. Comenzó a rodear el lugar, dispuesto a sentarse en uno de los banquillos de piedra y descansar un poco, observar el paisaje del valle que alcanzaba a apreciarse desde ese lugar.

No había avanzado mucho rodeando la torre cuando se encontró frente a él a una chica. Bastó solo un segundo para que la reconociese, pues parte importante de su trabajo era tener bien identificado a todo el alumnado de la Academia, sobre todo si eran alumnos suyos, pertenecientes a la Escuela Psíquica, tal y como lo era la pelirroja que se hallaba frente a él. Aminoró el paso lo suficiente para que la chica no se sorprendiese con su presencia una vez que se diera cuenta de ella.

- Buenas tardes, señorita Evans./b] -saludó a la muchacha una vez que cruzaron la primera mirada-. Es una sorpresa encontrársela por estos lares, ¿qué la ha traído aquí? -siguió avanzando hasta la médium hasta colocarse frente a ella, dibujando una tenue sonrisa en sus labios.

por Invitado Lun Sep 22, 2014 2:33 pm

Las personas típicas tendían a responder en cuanto se les mencionaba, el asunto estaba que aquel telépata posiblemente no estaba acostumbrado a tratar con el Nundú de las cavernas, de ahí que lo que parecía un cruce de mirada fue un halo artístico curioso, aquel hombre transmitía algo que despertó la curiosidad de la chica, haciendo que sonriera con cierta dulzura mientras seguía dibujando...- No se mueva, porfavor....- Fue todo lo que pronunció abstraída y con ese toque angelical de ninfa.

Los trazos de la chica se volvieron firmes y rápidos y en apenas un par de minutos volvió a levantar la vista ante el señor, con cierto brillo de inocencia y emoción. Se incorpora tendiéndole el dibujo.- No es de sorprender, señor. Este lugar tiene algo distinto...me gusta- Le explica con total misterio e inocencia.

En el dibujo se puede apreciar la silueta de Balthasar Shafiq trazada de manera delicada, siendo parte de la obra a la par que el centro de la misma en un juego de luces y sombras bajo el amparo de la escala de grises...- Simplemente tenía que dibujarlo.- Se encoge de hombros con elegancia.- ¿Es usted el ojo que todo lo ve, señor?.- Pregunta sin ningún temor, alzando su vista hacia la elevada torre con cierto aire soñador.

por Invitado Mar Sep 23, 2014 8:19 pm

La chica no respondió enseguida ni mucho menos, aunque aquello poco le preocupó al Jefe los Psíquicos, pues bastó sólo un segundo para saber con total precisión, todo lo que la chica se traía en mente, de una forma muy literal. Dibujó una minúscula sonrisa en sus labios como única respuesta a la petición de la chica. Permaneció en silencio, inmóvil mientras la chica se dedicaba a trazar con una impresionante rapidez sobre su cuaderno de trabajo.

Cogió el dibujo que la chica le ofreció y lo examinó por un instante, haciendo un pequeño movimiento afirmativo al final- Impresionante talento posee, señorita Evans -ofreció una mirada a la chica, en donde se denotaba claramente una nota de real sorpresa y cierta, llamémosle, admiración.-. Tiene razón, este lugar es bastante singular sin duda. -musitó, visualizando lo que estaba a espaldas suyo y sobre todo, la vista que alcanzaba a verse desde su despacho.

- Precisamente, aunque más que verlo, suelo escucharlo. Además de ser el Jefe de la Escuela Psíquica, soy también el Jefe de Ordenación académica. Me encargo de la disciplina, así que tengo que tener cierto privilegio sobre la Academia para poder realizar dicho trabajo, y está allá arriba. -responde, imitando a la muchacha y alzando la vista por un momento para observar la torre.

por Invitado Mar Sep 30, 2014 11:32 pm

La chica se sintió incómoda al saber qué era él el Jefe de la Escuela Psíquica pues ahora sí se situaba en quién era; hecho que provocó que bajara su mirada directamente unos instantes bajo el vano intento de decir algo más que no dijo. Se aparta un par de pasos de él y con la mirada de nuevo en la torre, no tiene otra cosa que preguntarle.- ¿Y la soledad?.- Se atreve a mirarle directamente a los ojos, con ese aire de ninfa inocente que era a medias.- Ha dicho: "Me encargo de la disciplina, así que tengo que tener cierto privilegio sobre la Academia para poder realizar dicho trabajo, y está allá arriba." Entiendo por lo que dice que para ser el mejor en lo que hace ha de mantener la distancia pues sino, ¿porqué una torre tan alta?. A lo cuál divago que no está totalmente sólo por el lugar dónde se encuentra...Es usted y su soledad...- Cuando la chica parece ser consciente de lo que está diciendo y a quién se lo está diciendo comienza a enrojecerse sus mejillas e inevitablemente se muerde el labio, consciente que era la primera vez en mucho tiempo que soltaba cosas así pues una cosa era intuirlas y otra que las dijera; hecho que volvió a hacer que se apartara y finalmente.- Sí, lo mio es empezar con buen pie... No quería sonar soez ni impetuosa señor...- Añade finalmente.- Mejor me callo, ¿sí?.- Mirando a un punto fijo aún con las mejillas sonrrosadas y la roja cabellera intentando cubrir dentro de lo posible su rostro la chica mira un punto fijo intentandose quedar en blanco pero con una tímida voz que le pregunta: ¿Y ahora que diantres has visto que no te has podido quedar callada, Roxanne?.

- Off: Siento la demora Ains

por Invitado Miér Oct 29, 2014 5:43 pm

Caminaba tranquilo entre la verde y espesa hierba que crecía en los alrededores de la magnífica torre. Le gustaba la tranquilidad del lugar, el olor fresco de la flora que desarrollaba sin temores en la zona. Vio pequeñas hadillas que revoloteaban y a lo lejos el sonido de algo caminando. Sonrió suavemente. ¡Pero qué quietud y qué paz! Le daban ganas de reír con el solo echo de estra en calma.
La belleza cegadora del lugar le hicieron aparecer ganas de echarse una siestecilla por ahí. ¿Y por qué no? BUscó una de las conocidas bancas para tomarse ese apetecido cabeceo. Como recién empezaba a atardecer nadie pasaría por allí.
Colocó sus brazos tras su cabeza y cerró levemente sus ojos. Pensando en su familia y en lo mucho que le echaba de menos, se quedó quietecito.

por Invitado Jue Nov 06, 2014 4:37 pm

La mania por los libros que recientemente estaba dominando a la castaña iba en aumento, desde que había empezado su pasantia en el Departamento de Misterios el estudiar, practicar y los ratos con su novio eran lo único que dominaba en su vida, y este no era un rato diferente, pese a haber recibido el consejo de relajarse y salir a paserar allí estaba, paseando con un enorme libro en manos.

Así continuaba su paseo hasta que una piedra se interpuso en el camino, (sí, claro, ahora las piedras tienen la culpa), haciendo que tropezara soltando una poco amable palabra en boca de la bella ojos de zafiro. eteniendose e ignorando al chico recostado en una banca cercana se detuvo para evaluar los daños de su libro.

por Invitado Sáb Nov 08, 2014 6:18 pm

Cuando sintió pisadas cercanas al lugar y un golpe seco en el suelo se alertó. Cuidadosamente extrajo la varita del bolsillo delantero de sus vaqueros y la afirmó con seguridad, preparado para usarla en cualquier momento. Cuando la persona contraria se agachó a revisar lo que fuese que se le había caído se incorporó sutilmente y jugueteó con la varita en los dedos de su mano derecha. Se sentó en la banca con las piernas cruzadas y le apuntó a la nuca.
-Más te vale decirme quién eres como para venir a turbar mi sueño y casi haberme aplastado cuando recogías lo que sea que se te haya resbalado de las manos. No quiero problemas, ¿vale?- se fijó en el cabello castaño medianamente largo y una imagen fugaz apareció en su cabeza. Su cuerpo amarrado en el aire, una chica bastante peculiar... Mantuvo el instrumento mágico en la nuca de la muchacha y su barbilla la apoyó en su mano izquierda, aburrido. ¿Nunca podría descansar en paz?

por Invitado Mar Nov 18, 2014 5:13 pm

Caminaba a paso lento y tranquilo, disfrutando del aire fresco del lugar. El día había acabado, ya no tenía nada más que hacer además de descansar, y aquel sector donde Wilh se encontraba era ideal para hacerlo. Ya era casi una rutina visitarlo luego de cada semana de duro trabajo. Simplemente le encantaba. Tranquilo, pacífico, con una estupenda vista. Todo lo que necesitaba en aquellos momentos.
Se dejó caer sobre el pasto que aún se encontraba algo húmedo, e inhaló profundamente, aspirando el aroma de las flores que adornaban el jardín.
Fue entonces que se dió cuenta de que se había olvidado de su libro en la sala común, y no pudo evitar dejar salir un sonoro bufido. Estaba muy cansada. Ya no tenía energías para volver a subir a la Torre para bajarla devuelta, asi que simplemente acomodó la cabeza sobre el tronco de un árbol, y se dispuso a cerrar los ojos. Igualmente, ya estaba atardeciento, y en poco tiempo tendría que volver a entrar.

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