Aula de Historia de la Magia

por **Deathly Whims** Jue Ago 21, 2014 12:12 pm

Junto a el Despacho de Poppy encontrarás una desvencijada puerta tras la cual encontrarás la vieja Aula de Historia de la Magia. Las sillas estarán un poco empolvadas, al igual que los retazos de historia y viejos ejemplares de maravillosos libros que encontrarás por toda el aula. ¡Diviertete tratando de captar las palabras de la profesora Colidge!

por Invitado Lun Dic 29, 2014 1:17 pm

Que la mataba, que la mataba, que la mataba en ese mismo instante o me iba del lugar como una exhalación, así de simple. Mi vista estaba enfocada cien por ciento al frente, intentando no perderme detalle alguno de la clase que estaba siendo dictada, no porque realmente me interesara, sino porque, de hecho, estaba empezando a ponerme de los nervios. ¿La razón? Una pequeña presencia a mi costado izquierdo, sentada en el pupitre contiguo, cuyo cabello rubio en mi campo de visión era suficientemente desagradable ya como para ponerme de malas en un par de segundos. Y es que había llegado tarde, unos minutos tan solo pero tarde al fin, por lo que ese era el único banco libre que quedaba y había tenido que tomarlo. Bien, genial, de perlas, fenomenal: sentadita al lado de Clarisse Young

Había tenido el infantilismo de dejar una pequeña línea dibujada a lápiz en el puputre sin que la profesora se diera cuenta e ello, señalando así pues que de allí para su lado era su zona y de allí hacia mi lado, la mía. Como la traspasara, se iba a liar parda. Además, ¿quién me había mandado a mi a ser zurda y a ella diestra?* Como mínimo, podríamos haber coincidido en eso, pero no, claro que no, hasta en eso eramos como el agua y el aceite, y por lo tanto nuestros codos ocasionalmente chocaban al momento de escribir una anotación en nuestros cuadernos. Bueno, bien era cierto que yo era ambidiestra y de hecho podía cambiar la mano con la que fuera a escribir, pero Clarisse no merecía la pena del esfuerzo. No en lo más mínimo. NO.

por Invitado Lun Dic 29, 2014 9:36 pm

¡Y era por esto que yo SÍ llegaba temprano a todas mis clases! Ahora tenía que estar a un lado de esta pelirroja que me ponía los pelos de punta. No era desconocido entre los cotilleos del castillo que nosotras nos llevábamos como perros y gatos. No había nadie que pudiera picarme más, y si bien la relación había empezado como una simple distracción se transformó en verdadero odio en poco tiempo, y luego de que ambas entráramos a los respectivos equipos de Quidditch la competencia aumentó.

¿Empeorar las cosas? ¡La chica era zurda! Sabía que solo el estúpido 13% de la población mundial tenía eso y ahora iba a luchar contra una. Cuando la profesora se giró ella marcó una línea justo a la mitad para marcar el espacio de cada quién. Trataba de escribir en el reducido espacio, con su brazo chocando con el mío. -¿Acaso no puedes quedarte de tu lado?- Mascullé entre dientes, siseando las palabras con claro odio. -Existiendo tantos compañeros y justamente me toca contigo, Gryffindor- Bufé.

Si bien había quedado muy atrás todo ese chistesito de Gryffindor o Slytherin, llamarla por su casa se volvió un apodo que conseguía al menos para mi ser ofensivo. No quería siquiera llamarla por su nombre, a menos que la situación lo requiriera.

por Invitado Mar Dic 30, 2014 7:24 am

Era bien rápida la serpiente, ¿eh? Apenas y se había dado la vuelta la profesora cuando la rubieta de mi costado ya se había empezado a hacer reproches. Y dale, empezábamos justo a esa hota, a la primera mera oportunidad posible. ¿A que aquello podria habee sido rotalmente predecible?

-No. Tú haces tu esfuerzo y yo hago el mio- le espeté, señalando su mesa y luego la mia en acto recíproco -Y solo para que te enteres- añadí luego en voz baja, mientras cambiba de mano la pluma y comenzaba a escribir, con la diestra, un perfectamente legible "No voy a cambiar de mano porque TÚ me lo pidas" con caligraf8a idéntica a la que tenia con la mano zurda, pero xon la diestra, en un papelito que luefo le pasé como quien no quiere lq cosa y continué escribiendo en el cuaderno coj la mano izquierda, por supuesto-Y oyw, yo no elegí sentarme contigo. Así que haganos de esto lo mejor posible y ya está.- si, claro, como si fuera sencillo que se comportara al menos un minuto.

por Invitado Dom Ene 11, 2015 8:40 pm

"No. Tú haces tu esfuerzo y yo hago el mio" Rodee los ojos dramáticamente. "Y solo para que te enteres" Añadió en voz baja, cambiando de mano la pluma y escribiendo con la derecha. Me pasó una jodida nota de manera despistada. «No voy a cambiar de mano porque TÚ me lo pidas» ¡Su jodida caligrafía estaba bien! ¿Podía dejar de hacerse la "fuerte" y de una maldita vez poner de su parte? Gruñí por lo bajo, con la bilis en mi garganta. No iba a hacerle un circo aquí con la maestra al frente. Siguió escribiendo como si nada con la izquierda. "Yo no elegí sentarme contigo. Así que hagamos de esto lo mejor posible y ya está." ¿¡Y crees que yo sí!? -¿Y crees que yo sí?- Mascullé para mis adentros.

Mirando la nota se encendió un foco justo en mi cabeza. Justo atorada en mi cinturón de mi lado izquierdo, mi varita me pedía a gritos que jugara un rato con ella. Era historia de la magia, que tanto podían hacerme. -Illegibilus- Susurro a mi varita por debajo de la mesa mientras doy un ligero movimiento apuntando directo a sus notas, y aprovechando la sorpresa de la Gryffindor apunté otro con velocidad. Ambos quedaron justos a la medida. -Evanesco- Para la pluma que lleva en su mano izquierda.

La hoja se volvió completamente ilegible haciendo que lo que había anotado quedara inutilizado por completo, así como la pluma desapareció. Una risa que traté de disimular me llenó para contrarrestar la mala pasada de tener a una Gryffindor. Yo me dispuse a seguir escribiendo como si nada pasara.

por Invitado Dom Ene 11, 2015 9:05 pm

Una pequeña sonrisita apareció dibujada en mi rostro mientras miraba a la profesora dar su explicacion, aunque lo cierto era que nada tenía que ver con la profesora Collidge. Más bien, se trataba de una mueca a las palabras de la rubia a mi costado, que parecía que iba a ponerse a montr una escenita en cualquier segundo.

-No, pero creo que ya sé por qué este sitio estaba libre- espeté, haciendo alusión a que no me cabían dudas de las razones por las que nadie había querido sentarse con ella. Era tan molesta, tan arrogante, tan rompequinot...¡EH! Vi en un fugaz instante cómo la tinta de mis anotaciones se hacian imposibles de leer, y al instante siguiente tampoco tenía mi pluma en la mano. En definitiva, no podía escribir. No podía prestar atención a la clase, ni apuntqr aquellas cosas que sabia que no podría retener. -¡¡OYE!!- exclamé pero en un grito ahogado, girando apenas el rostro a clavar en sus pupilas losmios centelleantes. Cuando se traaba de aquella rubia, mi tolerancia era simplemente cero -Enferma, qué manía de echar más leña al fuego al santo botón- me quejé negando con la cabeza. Pero qué inmadurez. -¿Sabes qué?- sabía que no podía remediar aquello de ahora, pero esta vez la varita la saqué yo y, desde debajo de la mesa, apunté a la rubia -Silencuis- murmuré en voz bajita hacia ella. Oh, ¿no podía hablar ya ahora? Una verdadera pena... -Calladita te ves más..."bonita"- no perdí el detalle de realizar comillas en el aire para dar broche de oro a aquel comentrio.

por Invitado Mar Ene 13, 2015 11:21 am

"No, pero creo que ya sé por qué este sitio estaba libre". ¿Quién se creía que era para hablarme así? Menuda gatucha. "¡¡OYE!!" Ahogó su grito por la profesora. "Enferma, qué manía de echar más leña al fuego al santo botón" -No fui yo la que pudiendo alejarse insiste en escribir con la izquierda- Le dije con velocidad. Escribía en mi intento de mantener la risa dentro de mi cuando un pequeño resplandor llegó hasta mi.

No percibí su "¿Sabes qué?" consiguiendo que no notara como le susurraba a su varita. "Silencuis" Hasta que su comentario de "Calladita te ves más..."bonita" me hizo querer abrir la boca y ningún sonido salió de ella. «¿Pero qué... ?» ¡Maldita sea! «¿Quién te crees para... ?» Seguía sin escucharse nada, solo el fino sonido de mis boca articulando palabras. No podía creer lo que esta chica podía llegar a hacer. Yo solamente quería que la pelirroja se fuera y no molestara más. Cerré mis labios, dándome por vencida.

Con un rápido pensamiento escribí en la hoja de papel frente a mi una leyenda. Le estiré el pedazo de papel para que brincara la línea que había marcado «Al menos yo no me besuqueo con un Raven teniendo novio, y menos escondidos en la Torre Norte» Para cuando ella levantó la mirada, articulé las palabras quedando claras aunque no hubiera sonido alguno «¡Oh Mer-lín!» Llevándome una mano a la boca con sorpresa teatral, como si fuera una refinada muñeca barbie. Me reí aunque no sonara nada de esa burla.

por Invitado Mar Ene 13, 2015 8:57 pm

Es que no me iba a alejar. ¿Tan difícil resultaba a la rubia oxigenada comprender aquello? El hechod e que pudiera hacerlo no implicaba que lo fuera a hacer, y dado que la chica no parecía estar interesada ni un ápice en moverse un poquito más hacia la izquierda, tampoco haría yo el esfuerzo de cambiar la mano con la que escribía a pesar de que era mucho más sencillo que así fuera, y me saldría perfectamente bien. Pero bueno, no importaba mucho eso ya. ¿Por qué? Ah, sí, porque la chica estaba muda Y no podía decir nada Y qué felicidad, de pronto podía hasta disfrutar de una clase de Historia, viéndola mover los labios en un intento vano de pronunciar palabras.

-Perdona, ¿qué has dicho? Es que no te oigo- parpadeé un par de veces, hecha toda una santa mientras la miraba haciendole ojitos y con una mueca de felicidad tan grande en el rostro que parecía que me acabaran de obsequiar una bolsa llena de manzanas. Y chuches de Hogsmeade que pudiera compartir con Ann, Cris y Claire en la común. Ah, lo que era la paz y la tranquilid...vi cómo me pasaba de cerca una pequeña especie de notita, o de hecho una anotación en su cuaderno, y no pude evitar abrir los ojos. ¿Paz había dicho? No, eso lejos estaba de ser la paz. Aunque bien me hubiera gustado que lo fuera. Di un golpecito a la mesa co el puño cerrado -¡Que no hubo ningún beso, diantres!- en estemomento mi enojo era más bien por el falso comentario de GW respecto a mi encuentro con Tyler. A pesar de que había dudado sobre que mi acercamiento hubiese sido pasar un poco una línea, no le había besado. Y justamente, la razón era mi en ese entonces actual relación con Lucca. Le quité el papel y pasé a escribir yo en él: Y tampoco estábamos escondidos. ¡Déjalo ya!. Como si yo no pudiera hablar, epro es que en la caligrafía bien escrita y con fuerza se apreciaba el enojo (?)

por Invitado Lun Mar 16, 2015 3:27 pm

Abrió los ojos dramáticamente, vaya Gryffindor. "¡Que no hubo ningún beso, diantres!" Hice el ademán de reírme aun que sin ningún sonido saliera de mi boca. Me divirtió tanto que podría haber gritado tan fuerte que terminaríamos las dos en castigo y con muchos puntos menos. "Y tampoco estábamos escondidos. ¡Déjalo ya!" Escribió en el papel como si se tratara de que ella también fuera muda.

Cosa divertida. La clase comenzaba a dar su fin y la maestra se giró observando a cada alumno. Yo solo deseaba que me preguntara algo a mi para que pudiera enterarse que Robinson me había encantado con esta tontería de hechizo. Escuché como daba por terminada la clase. Cerré mi cuaderno en espera de encontrar a alguna amiga que me ayudara a sacarme esto de la garganta, mientras no le daría el gusto a la Gryffindor de que me viera más preocupada por esto. Garabatee en el papel de vuelta. «No me interesa si es cierto o no... La diversión que me causa que te beses con cualquiera que se te ponga en frente es más que otra cosa... Por cierto, querida Te haré pedazos en el próximo partido» Le dejé la nota entre sus textos, recogí mis cosas levantándome.

Le sonreí de la manera más falsa posible, y con un movimiento de dedos que con mi sonrisa era lo más parecido al ademán de una muñeca barbie, me retiré de la sala. Iba a sacarle bastante provecho ahora que me había dado cuenta de que si hay cierto chico, y que aunque no estuvieran besándose funcionaría.

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