selector
Últimos temas
Now and then [Charlotte Le Fay - PRIVADO]
Página 1 de 1. • Comparte
Now and then [Charlotte Le Fay - PRIVADO]
Tamborileaba mi escritorio con una pluma de manera impaciente a las 4:46 p.m. de aquel día. Hace poco más de media hora que había comenzado mi turno pero me habían cambiado el cronograma por completo. Odiaba cuando aquello sucedía... cuando las cosas eran sorpresivas en el trabajo... Si se tratara de otro tipo de sorpresas estaría contenta, pero con el trabajo me había acostumbrado a ser muy metódica.
Se suponía que aquella tarde me esperaría la señora Fitzgerald para el tratamiento contra sus migrañas provocadas por la maldición Cruciatus que le lanzaron cuando era adolescente, era una paciente frágil y muy escéptica... No podía imaginarme cómo berrearía al saber que le habían cambiado de sanador...
Pero el motivo del trapaso de un nuevo paciente a mi consultorio era justificado. Se trataba de un tratamiento algo más especializado... Las migrañas de la señora Fitzgerald podría atenderlas un medimago sin problemas. Debería estar contenta... hace tiempo no tenía un caso en mis manos que implicara ejercer realmente mi área de preferencia dentro de la Sanación mágica.
Bebí de mi vaso de agua, casi de golpe, para intentar tranquilizarme... "Tranquila, Arya, estás haciendo bien tu trabajo". Quizá estaría más relajada si me hubieran pasado la historia clínica del paciente que acudiría a mi consultorio aquella tarde, pero nada... No tenía ni el nombre ni el caso en específico... Era halagador que una autoridad dijera "Eres la adecuada para encargarte" pero... ¿Y si no lo era?
Volví a mirar el reloj de pared... Eran las 4:54 p.m. ahora y la cita con el nuevo paciente era a las 5 en punto. Faltaba poco... y mientras el segundero avanzaba y me daba mis propias migrañas al sonar tan fuerte en el silencioso consultorio, empezaba a cuestionar mis capacidades nuevamente... Como si fuera mi primer internado en San Mungo aunque fuera un poco menos que una veterana allí.
4:58 p.m. y la puerta se abrió, provocando que levantara la mirada hacia la persona que entraba de manera abrupta. La pluma rodó de mis dedos por el escritorio hasta caer por uno de los bordes, y me puse de pie para darle la bienvenida a mi nuevo paciente para largo plazo... Al menos era alguien bastante puntual.
Se suponía que aquella tarde me esperaría la señora Fitzgerald para el tratamiento contra sus migrañas provocadas por la maldición Cruciatus que le lanzaron cuando era adolescente, era una paciente frágil y muy escéptica... No podía imaginarme cómo berrearía al saber que le habían cambiado de sanador...
Pero el motivo del trapaso de un nuevo paciente a mi consultorio era justificado. Se trataba de un tratamiento algo más especializado... Las migrañas de la señora Fitzgerald podría atenderlas un medimago sin problemas. Debería estar contenta... hace tiempo no tenía un caso en mis manos que implicara ejercer realmente mi área de preferencia dentro de la Sanación mágica.
Bebí de mi vaso de agua, casi de golpe, para intentar tranquilizarme... "Tranquila, Arya, estás haciendo bien tu trabajo". Quizá estaría más relajada si me hubieran pasado la historia clínica del paciente que acudiría a mi consultorio aquella tarde, pero nada... No tenía ni el nombre ni el caso en específico... Era halagador que una autoridad dijera "Eres la adecuada para encargarte" pero... ¿Y si no lo era?
Volví a mirar el reloj de pared... Eran las 4:54 p.m. ahora y la cita con el nuevo paciente era a las 5 en punto. Faltaba poco... y mientras el segundero avanzaba y me daba mis propias migrañas al sonar tan fuerte en el silencioso consultorio, empezaba a cuestionar mis capacidades nuevamente... Como si fuera mi primer internado en San Mungo aunque fuera un poco menos que una veterana allí.
4:58 p.m. y la puerta se abrió, provocando que levantara la mirada hacia la persona que entraba de manera abrupta. La pluma rodó de mis dedos por el escritorio hasta caer por uno de los bordes, y me puse de pie para darle la bienvenida a mi nuevo paciente para largo plazo... Al menos era alguien bastante puntual.
Arya Thorn
Mensajes :
38
Re: Now and then [Charlotte Le Fay - PRIVADO]
Una desganada Charlotte se preparaba para ir a su primera sesión de terapia o lo que fuera. Se vistió simple, un vestido color negro estilo veraniego junto unos tacones negros de aguja. Se hizo un peinado alto con un poco de maquillaje, siempre prefería estar al natural. Aunque no se sentía muy bien del todo sabía que debía y presentable.
Tomó su bolso y partió hacia San Mungo, desde que se había despertado abandonó ese hospital lo mas rápido que pudo, por no decir que se escapó y luego le llegó un mensaje de un Adolph enojado diciéndole de todo por un vociferador. Apareció frente al dichoso lugar y entró caminó hasta llegar a la recepción.
-Tengo una cita para- Miró su reloj eran las 4:55p.m, todavía tenía tiempo- Las 5 en punto en la sala 483, solo quería confirmar que he llegado-Murmuró a la recepcionista. Sin mas se fue directamente hacía la oficina. No tenía ni idea de con quién tendría la terapia pero le daba igual, aunque debería importale un poco. Volvió a mirar el reloj y ya habían pasado dos minutos y todavía no había llegado a la oficina, ni siquiera tenía ganas de ir, pero la puntualidad era su mejor amiga desde siempre.
Se detuvo en la puerta asignada y dió un suspiro para luego abrir la puerta. Entró para toparse con una cara demasiado conocida para ella, no, no había olvidado a aquella mujer. -Señora, Thorn. Que sorpresa verla, no pensé que nuestro próximo encuentro fuera de esta manera -Comentó sin expresión ninguna. Al menos era una conocida, tampoco le hubiera gustado hablar con un desconocido ciertas cosas. -Me imagino que debe saber a que he venido -Murmuró. No sabía porque John Titor y Adolph Malfoy habían insistido tanto en que ella fuera para allá, pero al final les hizo caso.
Todavía sentía dolores de cabeza, mareos, nauseas, alucinaciones, y demás. No sabía como lidiar con ello en algunas ocasiones por lo cual le molestaba sentirse de esa manera, ni siquiera ha podido volver a la Mansión Keighley y ni ha podido pisar el Ministerio apropiadamente. Eso la impulsó a ir a ver a alguien para que le ayudarq también.
Tomó su bolso y partió hacia San Mungo, desde que se había despertado abandonó ese hospital lo mas rápido que pudo, por no decir que se escapó y luego le llegó un mensaje de un Adolph enojado diciéndole de todo por un vociferador. Apareció frente al dichoso lugar y entró caminó hasta llegar a la recepción.
-Tengo una cita para- Miró su reloj eran las 4:55p.m, todavía tenía tiempo- Las 5 en punto en la sala 483, solo quería confirmar que he llegado-Murmuró a la recepcionista. Sin mas se fue directamente hacía la oficina. No tenía ni idea de con quién tendría la terapia pero le daba igual, aunque debería importale un poco. Volvió a mirar el reloj y ya habían pasado dos minutos y todavía no había llegado a la oficina, ni siquiera tenía ganas de ir, pero la puntualidad era su mejor amiga desde siempre.
Se detuvo en la puerta asignada y dió un suspiro para luego abrir la puerta. Entró para toparse con una cara demasiado conocida para ella, no, no había olvidado a aquella mujer. -Señora, Thorn. Que sorpresa verla, no pensé que nuestro próximo encuentro fuera de esta manera -Comentó sin expresión ninguna. Al menos era una conocida, tampoco le hubiera gustado hablar con un desconocido ciertas cosas. -Me imagino que debe saber a que he venido -Murmuró. No sabía porque John Titor y Adolph Malfoy habían insistido tanto en que ella fuera para allá, pero al final les hizo caso.
Todavía sentía dolores de cabeza, mareos, nauseas, alucinaciones, y demás. No sabía como lidiar con ello en algunas ocasiones por lo cual le molestaba sentirse de esa manera, ni siquiera ha podido volver a la Mansión Keighley y ni ha podido pisar el Ministerio apropiadamente. Eso la impulsó a ir a ver a alguien para que le ayudarq también.
Invitado
Re: Now and then [Charlotte Le Fay - PRIVADO]
El rostro que cruzó el umbral de la puerta lo reconocí en menos de un segundo. Pero había algo diferente... Los ojos verdes de Charlotte Le Fay estaban ligeramente caídos. No sé si aquella fuera la expresión correcta, pero la primera vez que había visto a aquella mujer me había encontrado con una mirada risueña y despreocupada. Un breve instante el tiempo se detuvo en mi mente y recordé el gran titular de El Profeta que anunciaba el homenaje a la fallecida Ministra Keighley. Por cortesía, y más por preocupación, abandoné mi asiento detrás de mi escritorio y avancé hacia Charlotte como si se tratara de una vieja amiga. — Yo tampoco estaba imaginandome que nuestro segundo encuentro sería en estas condiciones — murmuré con tacto y cuidando que el sonido de mi voz no saliera burlón, había aprendido a controlar ciertas reacciones inapropiadas... en cualquier otro momento se me hubiera escapado una risa nerviosa o habría hecho algún comentario acerca de que lucía como alguien que no había dormido en días.
Pero no era problema de sueño... — ¿Te recetaron algo antes de que te enviaran conmigo? — era una primer pregunta distinta a las comunes, sobre todo al obvio y omitible "¿Cómo estás?", pero me preocupaba que aquel semblante desganado se debiera a medicaciones extremas. — Sí, sé porqué estás aquí... Porque alguien más cree que es lo mejor para ti — con una confianza inusitada me atreví a tomarla del brazo y dirigirla a uno de los sillones del consultorio, no a la típica silla de paciente. — Va a depender de ti confiar en mi y decirme realmente qué es lo mejor para ti — me senté a su lado y con un gracil movimiento conjuré sin varita un jarrón de agua y dos copas en la mesa de café frente a nosotras que comenzaron a llenarse. — Nadie mejor que tu para saber aquello — ladeé la cabeza en gesto comprensivo. ¿Quién más podía decirle como sentirse mejor? No iba a decirle que su historial aun no había llegado, y tampoco mencionaría la consecuencia de aquello; un regaño inmediato al (i)responsable que no trajo las cosas a tiempo. Pero estaba segura, a simple vista, de que le sucedía algo ajeno a ella, algo que no podía controlar por si sola... Por mucho que su apariencia jurara que era la misma mujer del callejon Diagon aquella tarde.
Algo había cambiado, y era seguramente el motivo por el cual la habían enviado conmigo...
Pero también era riesgoso pues, cuando conocía a mis pacientes, en cierto modo las cosas se tornaban personales...
"Si alguien le hizo algo..." corté mis pensamientos. No la conocía ni siquiera bien, pero era instintivo.
— Y bien... — murmuré tomando aire y mirándola a los ojos, esperando que pudiera encontrar confianza en mi.
Pero no era problema de sueño... — ¿Te recetaron algo antes de que te enviaran conmigo? — era una primer pregunta distinta a las comunes, sobre todo al obvio y omitible "¿Cómo estás?", pero me preocupaba que aquel semblante desganado se debiera a medicaciones extremas. — Sí, sé porqué estás aquí... Porque alguien más cree que es lo mejor para ti — con una confianza inusitada me atreví a tomarla del brazo y dirigirla a uno de los sillones del consultorio, no a la típica silla de paciente. — Va a depender de ti confiar en mi y decirme realmente qué es lo mejor para ti — me senté a su lado y con un gracil movimiento conjuré sin varita un jarrón de agua y dos copas en la mesa de café frente a nosotras que comenzaron a llenarse. — Nadie mejor que tu para saber aquello — ladeé la cabeza en gesto comprensivo. ¿Quién más podía decirle como sentirse mejor? No iba a decirle que su historial aun no había llegado, y tampoco mencionaría la consecuencia de aquello; un regaño inmediato al (i)responsable que no trajo las cosas a tiempo. Pero estaba segura, a simple vista, de que le sucedía algo ajeno a ella, algo que no podía controlar por si sola... Por mucho que su apariencia jurara que era la misma mujer del callejon Diagon aquella tarde.
Algo había cambiado, y era seguramente el motivo por el cual la habían enviado conmigo...
Pero también era riesgoso pues, cuando conocía a mis pacientes, en cierto modo las cosas se tornaban personales...
"Si alguien le hizo algo..." corté mis pensamientos. No la conocía ni siquiera bien, pero era instintivo.
— Y bien... — murmuré tomando aire y mirándola a los ojos, esperando que pudiera encontrar confianza en mi.
Arya Thorn
Mensajes :
38
Miér Oct 09, 2019 2:58 am por Némesis Rowle
» I hate you with all my soul with The Prime Minister
Vie Feb 05, 2016 2:53 am por Invitado
» Medias verdades o completas mentiras del de arriba
Jue Feb 04, 2016 9:05 pm por Invitado
» Work it hard like it's your profession [Roy Geldof]
Jue Feb 04, 2016 7:10 pm por Invitado
» When concidences happen | Privado; Belladona A.
Jue Feb 04, 2016 4:52 pm por Invitado
» Helios [Evangeline]
Jue Feb 04, 2016 3:22 pm por Invitado
» Wanderlust con Belladona Avery
Jue Feb 04, 2016 2:59 pm por Invitado
» ¿Límites? -Maia S.-
Jue Feb 04, 2016 2:44 pm por Invitado
» Amortentia, Ojitos o Batazo
Jue Feb 04, 2016 10:58 am por Invitado