Taberna: El Ahorcado

por **Deathly Whims** Mar Ago 12, 2014 11:27 pm

Es uno de los pocos locales que hay en esta triste y olvidada población, en ella, los magos y brujas entran disfrazados solo para preguntar por las viejas historias de la aldea. Sin embargo, si lo que quieres es sentarte un rato a discutir con tus colegas los lugares que has visitado, este suele ser un lugar muy tranquilo, que no rechaza ni acepta a los forasteros, y que les ofrece una deliciosa jarra de cerveza muggle o alguna infusión de té medianamente decente para pasar el rato. El Tabernero, al que llaman "El Ahorcado" suele ofrecer pequeños cuartos para los viajeros, y se dice, que por las noches, saca un gran tonel de Cerveza de Mantequilla, para sus huéspedes más especiales.

por Invitado Vie Ene 23, 2015 9:59 pm

FLASHBACK: vacaciones de Navidad

Habiendo conseguido un poco de tiempo libre del que podía disponer en los últimos tiempos, no dudó siquiera un instante en elegir a la persona con quien lo "gastaría". Así que dio aviso a la señorita para la cita en un lugar alejado de toda la locura de las fanáticas y tal, porque de verdad que ganas de autógrafos y fotografías, en aquel momento no las tenía. Es lo que tiene ser famoso, guapetón y simpaticón, ya sabeis
Pero bueno, continuando con el encuentro, allí estaba él, tan guapo, buenmozo y encantador como siempre, sentado en una de las sillas del interior de la taberna, a la espera. No era un lugar que te murieras del lujo, no. Pero presentaba la tranquilidad que él necesitaba y eso, para él bastaba y sobraba. ¿Qué más lujo del que traería su bella damisela?

por Invitado Sáb Ene 24, 2015 10:56 pm

¿Qué hacía ella ahí? ¿Por qué siempre aceptaba y terminaba cediendo a aquellas peticiones, a su parecer, absurdas? Eran preguntas que simplemente no tenían una respuesta clara. No la habían tenido en el pasado y simplemente no la tendrían nunca, eso lo sabía bien y era algo que no podría cambiar fácilmente pues lo había intentado ya... y bueno, allí mismo se encontraba ya, avanzando con paso tranquilo pero lleno de seguridad hacia la singular taberna del pueblo. ¿Por qué ahí, por cierto? Teniendo miles de pueblos, ciudades o sitios en el país, escogía uno con ciertas particularidades mágicas que indudablemente siempre atraía la mirada de los curiosos periodistas que no dudaban en darse una vuelta por el sitio de vez en cuando sólo para ver la actividad mágica que se registraba en el mismo. Y aquello era algo que justamente no quería, pero... "Hombres"; dijo para sí misma dentro de su cabeza una vez que se encontró frente al pintoresco local. Abrió la puerta provocando un rechinido que anunciaba su presencia a todos los presentes.

Avanzó unos pasos ambientando sus ojos al repentino cambio de luz mientras recorría el bar con la mirada, buscándolo hasta que lo encontró. Lo observó unos instantes antes de dirigirse a él.

por Invitado Dom Ene 25, 2015 10:18 am

Desde el momento en que la puerta chirrió anunciando la llegada de un nuevo invitado a la taberna, Danniel giró la cabeza para enarbolar su media sonrisa chula al ver a Sophia llegar. La siguió con la mirada, hipnotizado, hasta que sus miradas se cruzaron, momento en el cual el robusto capitán se levanta de su silla para salvar la distancia hasta la chica.

- Hey -le deslumbra con su sonrisa centelleante y se acerca para darle un beso en la mejilla. Luego de eso, coloca su mano en la espalda de la chica, levemente apoyada, para acompañarla hasta su lugar. Allí aparta la silla para ella, y una vez se asegura de que está cómoda, se sienta en su lugar, frente a la señorita.- ¿Cómo has estado? Ha pasado tiempo sin verte... -algo ocurre en Danniel cuando queda prendado por el brillo de esta mujer, y es que se queda bobo bobo bobo. Como si nada más alrededor existiera. Ya ha recibido varias bromas de sus amigos, pero a él le da igual. Porque está enamorado, y aunque no termina de admitirlo abiertamente, sabe para sus adentros que así es. El capitán de las Urracas e-na-mo-ra-do. Así es señoritas, a guardar las pociones de amor para otro candidato, porque ni eso surtirá efecto en el armario.

por Invitado Dom Feb 08, 2015 9:12 pm

Odiaba aquel tipo de lugares por el hecho de ser una infraestructura antigüísima, pues aunque pintoresca siempre resultaban poco discretas, en especial las puertas que chirriaban a toda potencia anunciado la llegada de nuevos comensales al lugar, y claro está que no fue la excepción en ese lugar.

Aunque el sitio no estaba del todo abarrotado las miradas de todos los presentes se posaron instantáneamente en ella, incluyendo la de él. Sobre todo la de él que no demoró en acortar la distancia que los salvaba.— Hola —saludó con una sonrisa aún tímida, después de años. Seguía sin estar con él cien por ciento cómoda pues seguía sintiéndose extraña con su presencia aunque para "alivio" había superado ya el tiempo en el que las mejillas se sonrosaban.

— Bastante bien, a decir verdad —aclaró ya en su asiento al final del bar y con Van der Bilt frente a él. Le miró por un instante antes de dedicarle una suave sonrisa—. ¿Tú cómo has estado? Después de... todo —pronunció con cierta cautela pues sabía que el chico había pasado tiempos difíciles las últimas navidades. E ahí por el porqué de su ausencia. Y vaya que habían sido complicados para ni siquiera insistirle ni una vez de verse durante las pasadas fiestas (?).

por Invitado Miér Feb 11, 2015 6:21 pm

Su sonrisa se acentúa al saber que la chica ha estado bien, muy bien por lo que sus ojos revelan. Incluso cuando le pregunta por él, por primera vez en la vida no se muestra evasivo porque por extraño que parezca, no le gusta hablar de sí mismo cuando de temas profundos y delicados se trata, más si su familia está en medio.

-Yo bien. Sabes que soy fuerte como un roble -muestra uno de sus bíceps contraídos en un intento de mostrarse payasesco.- La situación ha sido bastante delicada. Puedo decir que todo comienza a recomponerse, por eso estoy aquí -y eso que la chica ni siquiera se imagina que detrás de su actual drama familiar hay otro gran drama relacionado con su pequeña Blair, algo que lo tiene aún más preocupado que lo del abuelo Graham. Sin embargo, es algo de lo que no habla y despeja rápidamente de su mente. Muy pocos están al tanto de tal situación y no es de su incumbencia agrandar el círculo de informados, por más que él lo deseara.- Necesitaba un respiro. Tú me lo das. -y con ella ni siquiera le da apuro ser sincero. Por eso se le queda viendo embobado, sonriendo.- ¿Qué tal los festejos por Navidad? ¿James no me ha enviado saludos? Very Happy

por Invitado Sáb Feb 28, 2015 10:21 pm

Aunque no le gustara aceptarlo la sonrisa de Van der Bilt le gustaba, y mucho aunque claro estaba que sabía disimular -y muy bien- aquello, mostrando todavía una expresión neutral en su rostro. Con el paso de los años y debido a la presencia del capitán de las Urracas en su vida, se había visto obligada a aprender a disimular esas cosas pues lo que menos quería la chica era inflarle el ego más al gran señor que tenía en frente, que ya era mucho y un poco más podría hacerle explotar.

— Sí, sí, eso lo sé... no es necesario que lo demuestres, gracias —espetó poniendo los ojos en blanco cuando hizo aquel movimiento con su brazo que sin lugar a dudas atraería las miradas de las pocas féminas que había en el local.—. ¿En serio? Qué alivio me da escuchar eso, me alegro de verdad —dijo con una minúscula sonrisa—. ¿Y qué tal está Blair? —dijo con un tono más bajo— Cuando la veas, le envías saludos de mi parte, ¿vale? Tengo bastante sin verla —más concretamente, desde la supuesta cena de los Du Florant donde...bueno, donde la chica se había visto comprometida -literal- a ciertas cosas.— Oh, pues me alegra ayudarte con eso —dijo con cierta incomodidad. ¿Tenía que ser tan directo?—. Las navidades bien, todo tranquilo y... claro, ¿por qué no? Sí, te manda saludos. —dijo rodando una vez más los ojos.

por Invitado Mar Mar 03, 2015 12:50 pm

Algo en su interior se encendió como la ilusión de un niño pequeño al saber que ha recibido regalos de Navidad. Ella se mostró realmente aliviada de saber que la situación con su familia estaba mucho mejor. Eso significaba que comenzaba a importarse por el grandulón, y eso hacía que su corazón se hinchara de felicidad. Ay Danniel, ya comienzan a gustarte las cursiladas. ¡Te estamos perdiendo!

- Está bien. Creciendo demasiado rápido. Se los daré, se pondrá contenta, te tiene gran aprecio -y él sabía que iba más allá del cariño que el muchacho pudiera tener por Sophia aunque también le gustaba la idea de que fuera ella la elegida por su primo el grandulón. Ajáaaaaaaa, él se daba cuenta de muchas cosas, era más perspicaz de lo que el común de la gente creía. Y de repente se le dibuja en el rostro una enorme sonrisa divertida porque no lo puede creer. O Sophia está mintiendo para hacerle sentir bien o James ha perdido el juicio.- ¡Vaya! Eso sí que es un regalo de Navidad, James enviándome saludos. Devuélveselos de mi parte, dile que es un lindo detalle el suyo Very Happy

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